Yucatán

VISITA NEGOCIOS FAMILIARES EL GOBERNADOR VILA DOSAL

  • Como parte de su visita a Kanasín, Vila Dosal acudió a la lonchería “Don Quique” para comer un panucho con huevo y luego, como postre, probó un dulce de leche quemada en el Tendejón San Juan Bosco.

Me da un panucho con huevo, fue la petición que escuchó Enrique Alonso Briceño y Rosales, propietario de la lonchería “Don Quique”, por lo que se apresuró a preparar este alimento, como a diario lo hace para dar el mejor servicio a su clientela, al percatarse que, en esta ocasión, el comensal era el Gobernador Mauricio Vila Dosal, quien acudió a su negocio para probar este antojito que le ha dado identidad a Kanasín.

“¡Ahh! Pues es usted, el Gobernador, no me había dado cuenta. Es que en Kanasín nuestros gobernantes después de que ganan no sabemos nada de ellos, por lo que me agrada mucho verlo por aquí disfrutando de nuestra comida. Es más, usted es el primer Gobernador que llega aquí”, expresó a Vila Dosal el hombre de 70 años, mientras realizaba sus acostumbradas labores.

Previo a una visita de supervisión en el Centro de Salud Urbano de la colonia San José en Kanasín, donde se realiza la aplicación de las primeras vacunas contra el Coronavirus para personas de 50 a 59 años, el Gobernador aprovechó para hacer una parada en ese pequeño negocio de antojitos yucatecos.

Como buen anfitrión, Enrique Alonso se apresuró a ofrecer la variedad de antojitos que incluyen polcanes, salbutes, panuchos, además de empanadas y kibis, pero Vila Dosal ya estaba decidido: un panucho con huevo, acompañado de la tradicional salsa roja picante que diariamente prepara María Guadalupe Pacheco Cardós, esposa del propietario y quien es conocida como Lupita.

Mientras el Gobernador consumía este alimento, don Quique le relató que este negocio comenzó hace más de 50 años, cuando su difunta mamá vendía los antojitos en el centro de Kanasín, pero en otro lugar. Luego de eso, decidieron rentar un local en el mercado donde aseguró, también tenían buenas ventas, por lo que permanecieron ahí durante 15 años.

Después de ese tiempo, nos vimos forzados a dejar el mercado y acondicionar un local al interior de mi hogar y, a partir de ese momento, Briceño y Rosales decidió dejar su oficio como taxista para dedicarse al negocio heredado por su madre.

“La verdad es que nos iba muy bien, teníamos buenas ventas, hasta que la pandemia nos afectó terriblemente, porque bajaron las ventas, pero bendito Dios, nadie en la casa se enfermó, por lo que aquí estamos y seguiremos hasta donde se nos permita. Para sobrevivir, tuvimos que vender en la modalidad de solo para llevar y después tuve que salir a la calle para buscar el sustento para la familia y para la comida” expresó.

No obstante, el propietario de la lonchería relató a Vila Dosal que, desde hace tres o cuatro meses atrás, el movimiento en su negocio comenzó a mejorar, así como las ventas, lo cual ha sido un buen aliciente para él y su familia, ya que consideran que solo trabajando duro podrán salir adelante.

“Nosotros como comerciantes y trabajadores tenemos nuestra labor por realizar para salir adelante, pero en nuestro caso, aquí en Yucatán tenemos la fortuna de saber que las autoridades están haciendo lo que les corresponde y entre todos estamos jalando parejo para mejorar” señaló el hombre originario de Kanasín.

En su charla con Vila Dosal, el comerciante le comentó que previo a la pandemia, cuando se organizaban corridas, partidos de béisbol, fútbol y otros eventos en Kanasín, él salía a vender sus polcanes en la calle, por lo que la gente ya lo reconocen a él y a su comida.

“Incluso, hemos tenido la fortuna de que los polcanes sean llevados a Estados Unidos y a varios estados del país, ya que vienen clientes que los piden para llevarlos a esos lugares para sus familiares yucatecos o para que otras personas los puedan probar”, añadió.

Me levanto desde las 5 de la mañana y terminamos alrededor de las 12 de día, pero una vez que terminamos aquí, salgo a la calle a vender en mi antigua carriola y cuando la gente me ve en la calle, me reconoce inmediatamente, porque tengo muchos años haciendo lo mismo y ya conocen de la calidad de nuestra comida, manifestó don Quique.

Tras despedirse de Briceño y Rosales y su esposa, el Gobernador cruzó la calle y se dirigió al Tendejón San Juan Bosco, donde fue recibido por Teresita de Jesús Correa y Herrera, propietaria del negocio, quien aprovechó para conversar con Vila Dosal.

En el lugar, el Gobernador pudo disfrutar el tradicional postre conocido como «Leche Quemada», el cual es preparado de manera casera por Teresita y, debido a su sabor, es reconocido en esta zona donde los vecinos acuden de forma regular para adquirirlo por rebanada o incluso enteros.

Durante la plática, la comerciante de 64 años de edad le externó al Gobernador que el año 2020 fue muy difícil para ella, debido a la llegada de la pandemia, la cual la obligó a bajar la cortina del tendejón para proteger su salud, pero también añadió que en lo que va de este año, la situación económica ha mejorado notablemente.

“El año pasado fue muy pesado, pero ahora ya estamos trabajando con las medidas sanitarias correspondientes y seguimos laborando para salir adelante y mejorar nuestros ingresos. De verdad, se nota que las cosas están mejorando y bendito sea el Señor, yo ya recibí las vacunas contra el Coronavirus por lo que me siento más protegida para seguir dando mi mejor esfuerzo”, enfatizó Teresita.

Antes de retirarse del sitio, el Gobernador conversó brevemente con los vecinos y transeúntes que se acercaron a él y agradeció a la dueña de la tienda por el rico postre.

“El Gobernador es una persona sencilla y trabajadora y me cae aún mejor, porque le gustó mucho nuestro postre de leche quemada” concluyó la mujer.

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