CCE YUCATÁN PIDE ACCIONES AL PRESIDENTE EN FAVOR DE LOS EMPRESARIOS
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el sector laboral de Yucatán pedimos acciones y solidaridad del gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador, para hacer frente a la crisis económica que se avecina por la pandemia del Covid-19, y evitar cierre de empresas y pérdida de empleos que pueden llevar al país a una severa crisis económica y social.
El pasado 5 de abril, el Presidente de la República anunció una serie de medidas en las que no incluyó apoyos para el sector empresarial, el cual genera empleos y recursos económicos al país vía impuestos para los presupuestos gubernamentales.
Aclaramos, no pedimos que a las empresas se les regale nada, sino que les difieran los impuestos y las cargas patronales.
Dejar solas a las empresas en esta emergencia solo llevará a la necesidad de cerrar negocios y despedir personal, situación que ocasionará otro tipo de problemas sociales en México y en Yucatán.
Iniciativa privada, sector laboral y gobierno somos corresponsables, pagamos impuestos y servicios, recursos que se utilizan en los diferentes programas que impulsan el desarrollo del país.
Las empresas aportan el valor agregado a la economía nacional, con sus actividades crean bienestar para miles de familias mexicanas, al sostener una nómina constante y cumplir con las contribuciones que ayudan a que nuestro país siga en la ruta del crecimiento y desarrollo.
Sin embargo, lamentamos que el gobierno federal privilegie únicamente la entrega de recursos a través de programas sociales, que recompense la informalidad y el comercio ilegal, y que no es solidario con quienes generan el bienestar y pagan impuestos.
Los empresarios y los trabajadores no estamos en contra de la implementación de los programas sociales, pero consideramos que no se debe dejar a un lado el apoyo e impulso a las empresas y su planta laboral.
Desde el inicio de la contingencia, hoy emergencia sanitaria, el sector privado pidió al gobierno federal que otorgue una prórroga en el pago de los impuestos, y facilite la obtención de créditos blandos para enfrentar la inactividad empresarial y comercial que se vive en el país, y la falta de respuesta ha ocasionado el cierre de muchos negocios en Yucatán.
Esta situación afecta drásticamente a las micro, pequeñas y medianas empresas y a sus colaboradores, quienes al no tener el respaldo económico suficiente, se han visto en graves dificultades para poder sostenerse inactivas, sin ingresos y pagando compromisos adquiridos con anterioridad y una nómina.
Los empresarios yucatecos están haciendo un gran esfuerzo por mantener su planta laboral, pero sin productividad, ni ventas, no podrán seguir aguantando y de continuar esta situación por más tiempo se llegará a lo inevitable, prescindir del trabajo de miles de personas.
No podemos concebir que el gobierno federal ignore a los generadores de las plazas laborales y en especial a las MiPyMes, que a nivel nacional representan el 92 por ciento de las unidades económicas de producción y más del 80 por ciento de los empleos.
Desde marzo se registran en las empresas graves daños, principalmente en el sector turismo, quienes han sido los primeros en ser afectados y posiblemente los últimos en recuperarse.
Los empresarios y las organizaciones laborales, estamos trabajando y hemos hecho el compromiso de aguantar y hacer cada quien su parte, entendiendo que la responsabilidad de mantener los empleos no es solo de los empresarios, sino en gran parte de las condiciones que ofrezca el gobierno federal, como tener acceso a créditos preferenciales a través de Nafin u otras instituciones bancarias, entre otros apoyos.
Exhortamos a la sociedad yucateca a mantener la unidad y el optimismo para salir adelante.
Quienes suscribimos el presente documento, seguiremos pugnando para que el país y nuestro estado se desarrollen, por lo que pensar en cerrar negocios o empresas que tienen atrás esfuerzo, dedicación y sacrificio de empresarios y colaboradores, no es lo que queremos, y de llegar a esa situación, reflejará que la economía no está bien y será un termómetro negativo para futuras inversiones.