Con ello se abre un gran potencial de negocios y de inversión para la iniciativa privada local, ya que se las empresas locales podrán asociarse con consorcios extranjeros.

Este decreto federal abre la posibilidad y aumenta la capacidad para los negocios locales de dar servicios a las foráneas que se instalarán en esa área, propiciando el crecimiento y fortalecimiento de las cadenas de valor en la entidad.

De acuerdo a los estudios preliminares de factibilidad se prevé que la Zona Económica de Progreso generará 33 mil empleos en los próximos 20 años y contribuiría a incrementar de cuatro a 28 por ciento la participación del sector ciencia y tecnología en el Producto Interno Bruto (PIB) de la entidad.

Se decidió por Progreso porque se busca aprovechar la excelente ubicación de ese puerto, que es la puerta de entrada vía marítima de la Península de Yucatán.

De acuerdo con el proyecto, en esta Zona se tendrá un clústers de servicios en donde los empresarios contarán por medio de la ventanilla única con todos los servicios de apoyo de especialistas como: contadores, fiscalistas y compañías de outsourcing, entre otros.

Con la puesta en operación de este recinto se pretende desarrollar el comercio de la región, así como impulsar la economía social con productores locales para fortalecer su encadenamiento.
También se ampliará la oferta de capital humano, pues la formación de mano de obra implica un proceso paulatino.